miércoles, 11 de agosto de 2010

11/08/2010

Recta final de este proceso cuyo resultado se estrenará mañana día 12 de agosto, dentro de la programación del festival Citemor.

Más allá de lo que entonces se muestre, la residencia ha sido una oportunidad –privilegiada- en forma de espacio y tiempo. Algo más de dos semanas en las que los límites entre escena y vida se han difuminado, sin contaminarse por ello. Una experiencia correspondiente a un proceso creativo, inseparable de la propia (con)vivencia.

En lo relativo a Expulsadas, acompañar el desarrollo de la pieza – de sus materias, lenguajes y estructuras- ha supuesto conocer los engranajes de un misterio que, si bien no desvelado, sí ha dejado de (a)parecer tan lejano. Un misterio que, además, no es exclusivo de esta obra sino inherente al cuerpo múltiple de la escena - de la creación, de la danza, del intérprete.

En definitiva, una tentativa de aproximación a esos cuerpos que, hablando sobre cuerpos, se dirigen a otros cuerpos.


Expulsadas del Paraíso podrá verse en Citemor los días 12 y 13 de agosto a las 23.30h.

martes, 10 de agosto de 2010

en primera persona

Extractos de notas de trabajo y reflexiones de Elena Córdoba sobre “Expulsadas del Paraíso”. Fuentes: bloc de trabajo de la creadora, blog Anatomía Poética (http://anatomia-poetica.blogspot.com/) y entrevista realizada por Pablo Caruana en el marco del festival Citemor.

PRE-TENSIONES

[“Como no puedo enseñar mi interior, como ni siquiera puedo verlo, voy a trabajar con mis danzas para dibujar en el exterior de mi cuerpo (en lo que tú puedes mirar), las funciones y los movimientos de mi adentro. Así, cuando vengas a verme bailar conocerás en mi cuerpo lo que no se ve de él y lo que tampoco ves del tuyo. Verás en mi constitución la tuya” (Elena Córdoba)]

Crear un catálogo de la relación entre anatomía y representación del cuerpo para comprender cuánto se acerca el secreto de la belleza al secreto de la vida.
Hacer visible lo más interno, lo más delicado, lo más prohibido, lo más débil. Iremos con el cuerpo más allá de los límites de las caderas, con las raíces del cuerpo más acá, para ir del más allá al más acá de forma indistinta.

MATERIAS (articulaciones, nutrición, grasa)

[“El exterior y el interior no es más que la distinción entre mi cuerpo y los demás cuerpos” (Bergson)]

En “Expulsadas…”, se trabaja sobre la cadera, en la cadera está la sujeción de la vertical y obviamente yo quería desestabilizarla. […] No es sólo un trabajo sobre la cadera, sino que todo el cuerpo hace la función de la cadera, de esa cadera que es nuestro soporte. Si tú desestabilizas ese soporte la fragilidad del cuerpo es automática y es tremendamente poética y pura.
[…] Cuando nos metimos a trabajar el intestino, por mucho que lo estudiaba no dejaba de ser un órgano interno que trabaja de manera involuntaria, es movido pero no se mueve jamás. El intestino está atado a la espalda por el desenterio y se desplaza con los movimientos de las paredes abdominales. Hubo un momento en que creí que no podíamos abordar eso, trabajamos sobre la pared abdominal y ya está, me decía. Pero de repente aparece la nutrición, el movimiento de tragar y el movimiento de expulsar. Hay algo que conecta el cuerpo con la nutrición, trabajamos en acciones voluntarias de tragar de distintas formas y sobre un apunte sobre la expulsión. Cada parte del cuerpo tiene su vía, su canal. Y son totalmente diferentes.
[…] Yo trabajo sobre los asientos de grasa, nadie va a saber que yo estoy trabajando sobre eso. Pero de ahí surge mi motivación, por edad y por estar frente a los cuerpos de Montse Penela y Camille [Hanson], que son más jóvenes; y, además, esas grasas son la base de la cadera de la mujer. Pero, sin embargo, de ahí surge otra cosa.


POÉTICA EXPOSITIVA

[“La percepción dispone del espacio en la exacta proporción en la que la acción dispone del tiempo” (Bergson)]

“Expulsadas…” es quizá la primera obra en el que yo intento hacer un puente entre mi poética y esa consciencia anatómica. Ahí sí que ha surgido una obra que se pasea entre la ficción, la narración del cuerpo y la pureza de ese acto expositivo.
En “Expulsadas…”, se trabaja a catorce metros del espectador y no se pierde lo que se está haciendo, la amplitud del cuerpo es inmensa. Creo que “Expulsadas…” se divide entre esos dos espacios, hay partes más expositivas y otras más poéticas, coreografiadas, incluso con concierto para violín y orquesta
.

(PRE)TEXTOS

Relación de algunos de los textos que se encuentran en el origen de esta pieza:
“Anatomía de Gray”; “Sagrada Biblia”; “Guía de los movimientos de musculación”; “Mira a lo lejos”, Alain; “Paisaje en grano de arena”, Szymborska; “Instante”, Szymborska; “Aquí”, Szymborska; “Poemas a la muerte”, Dickinson; “Elogio de la infelicidad”, Lledó; “Eclesiastés”, prologado por Doris Lessing; “Cantar de los cantares”; “Atlas of human anatomy and surgery”.

lunes, 9 de agosto de 2010

todo lo que se mueve está vivo


Al estudiar el aparato locomotor entro de lleno en esta idea, sólo se mueve lo que está vivo y con esa visión estudio los huesos, los músculos y el sistema nervioso que ordena los movimientos
(Elena Córdoba)

En paralelo al proceso de Expulsadas ha comenzado a ensayarse Todo lo que se mueve está vivo, tercera pieza escénica de Anatomía Poética.

Esta obra fue el resultado del primer exploratorio escénico que organizó la Sala Cuarta Pared dentro de su -entonces- recién inaugurado Espacio Teatro Contemporáneo (ETC). Una oportunidad –en forma de espacio y tiempo- que fue utilizada por la creadora para continuar avanzando en su estudio sobre el movimiento que se produce en el interior del cuerpo, acotándolo (en este caso) a tres de los órganos que efectúan los movimientos voluntarios del mismo. De este modo, el exploratorio se convirtió en una indagación anatómico-escénica acerca del aparato locomotor, centrado en la potencialidad del movimiento contenida en hombros, brazos y manos.

Los recorridos que Elena Córdoba ideó para esta fase de su particular viaje al interior del cuerpo partieron de lo más profundo e interno; de las estructuras, límites y posibilidades encerrados en cada una de estas tres partes del cuerpo. Los ensayos se desarrollaron así en forma de itinerarios por el cuerpo; en viajes que, comenzando en las articulaciones, se detenían en el músculo y transitaban hasta la piel para concluir en la re sonancia que surge del movimiento.

En palabras de Elena Córdoba: "Hay una fragilidad que emana de esos movimientos y de esos gestos que intenta hacer un músculo en solitario, hay una desproporción entre la voluntad (el impulso) y el acto (el movimiento), hay una duda, un temblor que se hace movimiento, que se hace metáfora”.

Todo lo que se mueve está vivo se presentará en Citemor los días 12 y 13 de agosto, dentro de la doble sesión que incluirá el estreno de Expulsadas.

(foto: Sylvia Calle)

jueves, 5 de agosto de 2010

notas de trabajo (I)

Las sesiones de trabajo comienzan a convertirse, más que en ensayos, en ejercicios de perfeccionamiento y pulido de la materia. Por ello, quizá pueda resultar interesante sacar a la luz algunas de las notas de trabajo escritas por Elena Córdoba en relación a Expulsadas del Paraíso.

Del conjunto de escritos, citas y conversaciones, selecciono en primer lugar varios de los fragmentos que, con carácter más poético o reflexivo, se encuentran en el origen de esta pieza. Los siguientes (pre)textos son así aquellos que, aún surgidos a partir del estudio anatómico, guardan mayor relación con la poética del cuerpo.

TIEMPO Y CREACIÓN
Antes de haber mordido la manzana del árbol del bien y del mal no existía el tiempo porque no existía lo biológico -a no ser que Dios, adelantándose a Darwin, hubiera creado antes a todos los seres vivos que, evolucionando, llegaron a seres humanos. Dado que no existían seres capaces de reproducirse –no existía la reproducción sino la creación del eterno alfarero- él [dios] fabricó con sus manos a Adán dando forma a una masa de barro. Cuando se dice que Eva no tenía ombligo porque fue hecha a partir de un fragmento del cuerpo de Adán, y que por tanto no fue expulsada del útero de una primera mujer –ella era la primera-, no existía el tiempo.

GENERACIÓN Y REPRODUCCIÓN
“La felicidad está dentro y fuera. Somos dentro y fuera. Somos seres incompletos”
(Emilio Lledó)
[Extracto de conversación escrito por el cirujano Cristóbal Pera en contestación a Elena Córdoba]
Primitivamente había tres especies de hombres: unos todo hombres; otros todo mujeres; y los terceros hombre y mujer –dos andróginos-, especie en todo inferior a las otras dos.
Estos hombres eran dobles: dos hombres unidos, dos mujeres unidas, un hombre y una mujer unidos. Estaban unidos por el ombligo y tenían cuatro brazos, cuatro piernas, dos semblantes en una misma cabeza, los órganos de la generación dobles y colocados del lado del semblante, por debajo de la espalda. Los dos seres unidos de esta manera, sintiendo amor el uno por el otro, engendraban a sus semejantes no uniéndose sino dejando caer la semilla a tierra como las cigarras. Esta raza de hombres era fuerte. Se hizo orgullosa y atrevida hasta el punto de intentar, como los gigantes de la fábula, escalar el cielo. Para castigarles y disminuir su fuerza, Júpiter resolvió dividir estos hombres dobles. Comenzó por cortarles haciendo de uno dos, y encargó a Apolo la curación de la herida. El dios arregló el vientre y el pecho, y para humillar a los culpables, volvió el semblante del lado en que se hizo la separación, para que tuvieran siempre a la vista el recuerdo de su desgracia. Los órganos de la generación habían quedado del lado de la espalda, de suerte que cuando las mitades separadas, atraídas por el ardor del amor, se aproximaban la una a la otra, no podían engendrar –la raza se perdía. Júpiter intervino, puso estos órganos en la parte anterior e hizo posibles la generación y la reproducción. Pero desde entonces, la generación se hizo mediante la unión del varón con la hembra, y la sociedad hizo que se separaran los seres del mismo sexo primitivamente unidos. Sin embargo, en el amor que sienten el uno por el otro han guardado el recuerdo de su antiguo estado: los hombres, nacidos de hombres dobles, se aman entre sí; como las mujeres, nacidas de mujeres dobles, se aman a su vez; como las mujeres, nacidas de los andróginos, aman a los hombres; y como los hombres, nacidos de los mismos andróginos, aman a las mujeres [discurso de Aristófanes en El banquete de Platón].
En conclusión, somos seres incompletos que buscamos la otra mitad fuera de nosotros para encontrar la felicidad. (Cristóbal Pera).

EVA
Fue el tiempo lo que expulsó a Eva del paraíso.
Fue el sentimiento de muerte.
Fue el cuerpo caído y poco atractivo.
Fue la pérdida de la ilusión.
Fue la consciencia del límite.
Fue el tedio.
Fue la anatomía.
Fue la menopausia.
Fue el cansancio en el hacer.
Fue la falta de paz.
Fue la biología.

miércoles, 4 de agosto de 2010

un escenario (des)habitado

Curioso y sugerente se presenta un escenario vacío a la espera de nuevos decorados y transitorios moradores. Inquietante, además, si este espacio es un antigua nave agrícola, ahora sin funcionamiento y reconvertida en sala de exhibición o ensayo.

Este es el lugar donde, desde ayer, Elena Córdoba se ha desplazado junto a su equipo para realizar los últimos días de residencia antes de la presentación de la pieza.

Una nave acostumbrada a acoger actuaciones de muy distinto tipo y sin embargo carente de demasiadas huellas, al menos aparentes. Cualquiera se sentiría tentado a detenerse en sus paredes en busca de alguna señal que delatase el paso de habitantes e historias anteriores. Nada en exceso evidente. Tan sólo restos anecdóticos de puestas en escena recientes, como el ataúd que el Colectivo 84 usó a modo de nevera en su obra Morro como país.

De este modo, la nave se convierte en un breve tiempo y sin dificultad en la nueva casa de Elena Córdoba y familia. Retomada la rutina y tras un incidente matinal, la tarde ha estado por entera dedicada a definir las tres Evas que hará Elena en forma de estribillos de la obra. La idea es que cada Eva sea la misma pero otra, una repetición capaz de dar lugar a diferencias y, a la vez, que sirva para articular las distintas secciones que componen la pieza.

El mito cuenta que Eva fue expulsada del paraíso como consecuencia de su pecado original. No obstante, la historia dejó por aclarar si esta condena fue o no –en algún sentido- gozosa.

martes, 3 de agosto de 2010

Sergi Fäustino: una mirada en escalas


El creador y director escénico Sergi Fäustino ha sido el invitado al ensayo de hoy. Faustino se formó en la danza y ha desarrollado gran parte de su creación artística a través del cuerpo. Por ello, aproximarse al trabajo de Elena Córdoba le resultaba no sólo una oportunidad interesante sino también una buena ocasión para establecer diálogos con materias y lenguajes compartidos.

No obstante, este no ha sido el primer contacto de Faustino con el proyecto actual de Elena Córdoba. Su primer acercamiento tuvo lugar en Barcelona con motivo de la presentación de El Aire. Fotografías del Alma. A esta instalación con acciones le siguió la puesta en escena de una conversación entre el cirujano Cristóbal Pera y Elena Córdoba. Faustino acudió así al ensayo, como un “espectador ilustrado”.

De la charla que mantuvimos después de la sesión, me interesó sobre todo el concepto de escala, que él utilizó para referirse al recorrido que su propia mirada había realizado en relación a las danzas y a los cuerpos.

Esta escala le había inspirado un tipo particular de pensamiento cuyo fundamento está en la mirada del cuerpo –entendido (a su vez) como medida de todas las cosas. Su mirada había ido escalando desde la observación de un órgano en concreto hasta el conjunto del cuerpo para terminar ampliándose a la totalidad del espacio escénico. Una mirada, la de Sergi Faustino, a partir de la que poder elaborar un pensamiento de escalas en relación al cuerpo múltiple de lo escénico (del bailarín, del espectador, del contexto…).

La conversación con el creador terminó con una reflexión acerca de Citemor y del modelo de residencia que este festival propone e impulsa. En su opinión, las residencias son una oportunidad para el artista, no sólo para habitar espacios y tiempos distintos a los cotidianos; sino –y sobre todo- una ocasión para desarrollar trabajos ajenos a finalidades y objetivos concretos. Una forma –otra- de creación que prioriza el proceso sobre el resultado y que posibilita así, al artista, situarse al margen de la urgencia e inmediatez de los habituales mercados.

domingo, 1 de agosto de 2010

31/07/2010

“Ningún ser que se alimente no participa de la muerte”

Las tres acciones que componen la sección dedicada al comer son a su vez tres danzas pre-existentes en el interior del cuerpo: la danza del tragar, en la que participan boca y esófago; la danza del digerir, que mueve el intestino delgado; y la danza del evacuar, en la que están implicados el recto y el ano.

La puesta en escena de estas danzas consiste en hacer visible la serie de movimientos que el cuerpo –consciente e inconscientemente- realiza para sobrevivir.

Una llamada de atención sobre la relación entre corporalidad y materia. Una forma de dar visibilidad al movimiento interno del cuerpo.

Porque todo lo que se mueve está vivo.